Aplica las 5S y mejora la productividad de tu empresa

Descubre los 5 pasos de esta técnica japonesa y convierte tu entorno de trabajo en un modelo de éxito.

Cada vez son más las corporaciones que están adoptando con éxito esta técnica basada en las metodologías ágiles. Si tu empresa está abierta a nuevos sistemas de trabajo y estás pensando en mejorar la calidad de tus productos, deberías prestar atención a las 5S. Aplicándolas con cuidado y disciplina verás un incremento en la producción, evitarás accidentes y generarás mucho menos desperdicio (waste). También crearás un entorno más cómodo y agradable para trabajar donde tus empleados se sentirán más a gusto
Sus inicios se remontan al Japón de los años 60, cuando la compañía japonesa Toyota creó un sistema de producción propio. Por eso es conocido como el "método Toyota", precursor del Lean Manufacturing, un tipo de producción que evita el despilfarro reduciendo tiempo de trabajo y costes.

 El proceso consta de 5 etapas y todas empiezan por la letra S. Si bien fue pensado para entornos industriales y talleres, se puede aplicar en cualquier otro espacio, como por ejemplo en una oficina. 

De hecho, por su simplicidad, hay quien incluso lo utiliza como gestión personal, en su propia casa o en su vida diaria.
Veamos de qué tratan estos 5 pasos:

1. Seiri, clasificación: Despeja el área de trabajo

Fíjate en tu alrededor, quizás tengas demasiadas herramientas innecesarias. Si lo piensas bien, están obstaculizando el trabajo. Así que, hay que liberar espacio. Pregúntate: ¿Qué es lo que uso a diario y qué es lo que uso una vez al año? Es tan simple como dejar los objetos más necesarios a tu alcance y esconder o tirar los que no uses. ¡Pero, espera! No todo hay que tirarlo. Hay herramientas que son difíciles de encontrar o son caras, eso mejor guárdalo en algún sitio dónde no moleste.

2. Seiton, orden: Organiza el espacio

Escogidas las herramientas más usadas, organízalas de modo que se puedan encontrar fácilmente. El objetivo es ganar agilidad y comodidad a la hora de acceder a ellas rápidamente. Si por ejemplo cada día tenemos que abrir un armario y la llave está en un cajón lejano, pondremos la llave en un sitio más cercano al armario. Parece algo simple, pero quizás no nos damos cuenta del tiempo que podemos ganar cambiando detalles como este.

3. Seiso, limpieza: Un entorno limpio funciona mejor

Con los dos primeros pasos, no sólo hemos ganado tiempo y comodidad, también hemos facilitado la limpieza del espacio. En este paso nos preocuparemos de eliminar todas las fuentes de suciedad y nos encargaremos de que todos los objetos permanezcan limpios. La finalidad es que no se estropeen y continúen funcionando perfectamente. Con esto evitaremos futuros problemas más graves y trabajaremos en un ambiente más agradable.

4. Seiketsu, estandarización: Cumple el método

Aquí empieza el paso más decisivo, conseguir que los trabajadores adopten el método, que las buenas costumbres se generalicen y se hagan habituales en la empresa. Para ello, habrá que informarles correctamente, por ejemplo, dando importancia a la buena visualización a las herramientas y facilitando su acceso. Es buena idea colocar carteles, pero sólo con la información importante para no sobrecargar a los empleados de datos innecesarios.

5. Shitsuke, disciplina: "El éxito es la aplicación diaria de la disciplina" (Jim Rohn)

Por último habrá que comprobar que se está aplicando el sistema. Puede hacerse mediante evaluaciones periódicas y un control de resultados para compararlos con los anteriores y con los que queremos obtener. El objetivo es llegar a ciertas conclusiones y valorar si el nuevo sistema se está llevando a cabo correctamente o si hay que cambiar alguna pauta. Este paso es esencial para avanzar a largo plazo.

Eso es todo. 5 fases que no requieren ningún coste económico adicional ni ninguna complicación importante. Así que, si necesitas dar un cambio a TU metodología de trabajo y buscas optimizar la gestión de producción de tu empresa, ten en cuenta estos principios y aplícalos de forma correcta y constante. Te ayudarán a crear un espacio más práctico y en consecuencia, el equipo trabajará en un entorno más productivo y eficaz.

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